sábado, 3 de agosto de 2013

EL REALISMO LITERARIO, PLASMANDO LA REALIDAD EN PAPEL.

tomado de http://www.youtube.com/watch?v=Ra7GnNOslS0 "EL REALISMO LITERARIO" hecho por Laura Soto Gómez (16/07/2012.)


El termino realismo designa movimientos, tendencias y orientaciones que se sitúan en periodos determinados de la historia literaria. Toda la novela moderna, por ejemplo, tiende desde el comienzo a elaborarse de forma realista. En la novela medieval del siglo XIII y en Boccacio se afirmo ya esta exigencia objetiva que la novela picaresca española tomó y afianzo en toda Europa. Durante los siglos XVII y XVIII, en las literaturas inglesa y francesa opera una dialéctica que tiene como términos contrapuestos la novela sentimental (Richardson, prévost, Rousseau) y la novela realista (Defoe, fielding, Laclo), pero la línea de separación es imprecisa, pues el realismo se halla presente en la novela narrativa sentimental, a menudo con variantes psicológicas, mientras que se observa una perspectiva realista en la novela o narración filosófica, que, sin embargo, se vale también de elementos fantásticos o grotescos (Voltaire) o aspira a condiciones extremas de verificación en la sátira novelesca (Leneu de Rameau, de Diderot).

En el mismo siglo XVIII se afirmo el gusto por el documento narrado: colecciones de cartas, memorias, biografías y caracteres encuentran a veces éxitos más seguros que los obtenidos por obras literarias e influyen sobre estas últimas. La inspiración naturalista de este momento, que anunciaba el romanticismo, elaboro y difundió la tendencia a lo bello natural, contrapuesta a las viejas formulas clasicistas de la imitación. En la novela histórica de Walter Scott se consigue con frecuencia una atmósfera plenamente realista.

El termino realismo apareció, sin embargo, por primera vez en la literatura francesa hacia 1825. Al mismo tiempo se desarrollo el ciclo novelesco de Balzac la comedia humana, inspirado en la realidad social surgida de la revolución francesa y del primer imperio. A este Balzac se propuso escribir “la historia de las costumbres de su tiempo” y elevar la novela “al valor filosófico de la historia”. En lugar de confiarse a la imaginación o a la inventiva, según las tradicionales concepciones de la “ficción” novelesca, el narrador es “amanuense” de la realidad histórica.

La primera y verdadera teorización del realismo se remonta a champfleury, quien al criticar con aspereza el romanticismo idílico y pueril de muchas obras narrativas aparecidas hacia 1840, con intención polémica opuso a todos la lección de Balzac. Sobrevaloro el carácter ético del realismo que muchos en sentido peyorativo, aplicaban a la pintura de courbet; la doctrina pictórica de este ultimo vino así transferida a la literatura. Es indudable que a la formación de estas teorías y a la difusión del realismo narrativo contribuyeron el progreso científico, el consiguiente positivismo filosófico (comte), el laicismo de la metafísica (feuerbach) y otros fenómenos culturales propios de la época.

La comedia humana fue considerada por Engels, uno de los fundadores del marxismo, como una obra maestra del realismo se manifiesta a despecho de las ideas del autor, quien aunque era legitimista, supero con objetividad las propias convicciones al pintar con fidelidad la sociedad. Según Engels el realismo es, por tanto, “reproducción fiel de caracteres típicos en circunstancias típicas”.

Durante el siglo XIX se difundieron formas de realismo en toda Europa en versiones y adaptaciones que diferían de unos países a otros o según los autores. En Francia junto a Balzac, se coloco la concepción de la novela de stendhal. Thackeray, Dickens, George, Arnold Bennett, Meredith, Stevenson, Hardy, etc; representaban las variantes inglesas y a las que añaden las americanas: Melville, Hawthorne y, con entonaciones ya naturalistas, Thoreau, Whitman, Mark Twain y otros. Gotthelf, Keller y fontane se encuentran entre las mayores expresiones del realismo alemán; es preciso no olvidar las formas de realismo poético que se encuentran en la lírica de Morike y de otros poetas. Donde el realismo narrativo alcanzo su cumbre expresiva fue en Rusia, en la obra de Tolstoi. El realismo experimenta una acentuación de sus relaciones con las ciencias de la naturaleza, desde la metodológica impasibilidad de Flaubert, hasta el experimentalismo de ola, transformación de la novela en un experimento que responde a una casualidad de inspiración científica (por ejemplo: la teoría de la herencia, para explicar los comportamientos sociales).

El realismo literario apareció en España con las novelas de Fernán caballero y como fruto de dos tendencias: el costumbrismo folclórico de ambiente local y tradición romántica, y la influencia de Balzac y demás realistas Europeos. En constante depuración, Pedro Antonio de Alarcón creó con sus novelas cortas un realismo hispano que se acentuaría en las idealizantes obras de Juan Valera, con quien el realismo llego a su mayor pureza, y alcanzaría una plenitud con Benito Perez Galdós, en quien se sintetizan las corrientes realistas con las naturalistas y, ya al final, con las simbolicas. El realismo se mantuvo en Jose Maria Pereda y continuo en el siglo XX con Armando Palacio Valdéz, Concha Espina, los escritores del 98 y Ramón Pérez de Ayala, para sufrir un colapso con la invasión de los “ismos” de vanguardia.

A pesar de las crisis de formas realistas, ya anunciada por el propio Balzac, y de las dificultades surgidas con la difusión de los modos de vanguardia, en el paso del siglo XIX al XX el realismo encontró numerosas interpretaciones originales. Entre ellas el realismo critico, abierto sobre el brillante autoconocimiento de la crisis burguesa, que encuentra en Thomas  Mann el exponente mas destacado. Después de una afirmación total de las vanguardias – expresionismo, dadaísmo, surrealismo --, se da en la novela francesa entre 1930 y 1940, un retorno a formas realistas con escritores que ponen la condición humana en el centro de sus intereses (Malraux, Sartre, Camus). En Rusia después de 1917 se afirmo el realismo socialista, teorizado por Gorki como arte abierto al elemento activo (socialista) de los cambios reales posrevolucionarios. A pesar de algunas expresiones convincentes (Sholojov, Fadejev, Alexei, Tolstoi), la carencia de libre dialéctica y las frecuentes intervenciones políticas (Stalin, Zdanov), impidieron durante mucho tiempo el desarrollo de una interpretación autentica de la realidad soviética. Esta ultima ha encontrado recientemente sus reflejos en formas mas o menos criticas del realismo.

En la línea del realismo se ha desarrollado también la teorización de la literatura y, especialmente, de la novela – considerada, según la teoria de Hegel, como epopeya de la Burguesía --, conducida por el critico marxista húngaro Lukacs. Al mismo tiempo que rechaza la exasperación del naturalismo, tiende a encontrar en las premisas de Balzac y en las lecciones de Tolstoi de los novelistas rusos los presupuestos para un realismo social que corresponda al actual sentido de la historia, en una apertura critico-épica.
En Italia desde 1945, se formo en la literatura y en el cine un movimiento espontaneo de neorrealismo bajo la influencia de la novela americana del siglo (Faulkner, Hemingway, etc.) descubierta por vittorini y pavese. La obra de estos dos escritores y las sugerencias que derivan de los hechos históricos de la guerra han contribuido a formar una elaboración literaria original.

En España, después de la guerra y como consecuencia de la misma, apareció un neorrealismo crudo y apasionado, unas veces al margen de la técnica, otras en relación con ella. La novela nada de Carmen Laforet marca el punto de partida del realismo contemporáneo, que ha encontrado amplia acogida en los premios Nadal y planeta, cuya inmensa mayoría pertenece a esta corriente.



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