EL REALISMO LITERARIO, PLASMANDO LA REALIDAD EN PAPEL.
tomado de http://www.youtube.com/watch?v=Ra7GnNOslS0 "EL REALISMO LITERARIO" hecho por Laura Soto Gómez (16/07/2012.)
El
termino realismo designa movimientos, tendencias y orientaciones que se sitúan
en periodos determinados de la historia literaria. Toda la novela moderna, por
ejemplo, tiende desde el comienzo a elaborarse de forma realista. En la novela
medieval del siglo XIII y en Boccacio se afirmo ya esta exigencia objetiva que
la novela picaresca española tomó y afianzo en toda Europa. Durante los siglos
XVII y XVIII, en las literaturas inglesa y francesa opera una dialéctica que
tiene como términos contrapuestos la novela sentimental (Richardson, prévost,
Rousseau) y la novela realista (Defoe, fielding, Laclo), pero la línea de
separación es imprecisa, pues el realismo se halla presente en la novela
narrativa sentimental, a menudo con variantes psicológicas, mientras que se
observa una perspectiva realista en la novela o narración filosófica, que, sin
embargo, se vale también de elementos fantásticos o grotescos (Voltaire) o
aspira a condiciones extremas de verificación en la sátira novelesca (Leneu de Rameau, de Diderot).
En
el mismo siglo XVIII se afirmo el gusto por el documento narrado: colecciones
de cartas, memorias, biografías y caracteres encuentran a veces éxitos más
seguros que los obtenidos por obras literarias e influyen sobre estas últimas.
La inspiración naturalista de este momento, que anunciaba el romanticismo,
elaboro y difundió la tendencia a lo bello natural, contrapuesta a las viejas
formulas clasicistas de la imitación. En la novela histórica de Walter Scott se
consigue con frecuencia una atmósfera plenamente realista.
El
termino realismo apareció, sin embargo, por primera vez en la literatura francesa
hacia 1825. Al mismo tiempo se desarrollo el ciclo novelesco de Balzac la comedia humana, inspirado en la
realidad social surgida de la revolución francesa y del primer imperio. A este
Balzac se propuso escribir “la historia de las costumbres de su tiempo” y
elevar la novela “al valor filosófico de la historia”. En lugar de confiarse a
la imaginación o a la inventiva, según las tradicionales concepciones de la
“ficción” novelesca, el narrador es “amanuense” de la realidad histórica.
La
primera y verdadera teorización del realismo se remonta a champfleury, quien al
criticar con aspereza el romanticismo idílico y pueril de muchas obras
narrativas aparecidas hacia 1840, con intención polémica opuso a todos la
lección de Balzac. Sobrevaloro el carácter ético del realismo que muchos en
sentido peyorativo, aplicaban a la pintura de courbet; la doctrina pictórica de
este ultimo vino así transferida a la literatura. Es indudable que a la
formación de estas teorías y a la difusión del realismo narrativo contribuyeron
el progreso científico, el consiguiente positivismo filosófico (comte), el
laicismo de la metafísica (feuerbach) y otros fenómenos culturales propios de
la época.
La comedia humana fue
considerada por Engels, uno de los fundadores del marxismo, como una obra
maestra del realismo se manifiesta a despecho de las ideas del autor, quien
aunque era legitimista, supero con objetividad las propias convicciones al
pintar con fidelidad la sociedad. Según Engels el realismo es, por tanto,
“reproducción fiel de caracteres típicos en circunstancias típicas”.
Durante
el siglo XIX se difundieron formas de realismo en toda Europa en versiones y
adaptaciones que diferían de unos países a otros o según los autores. En Francia junto a Balzac, se coloco la concepción de la novela de stendhal.
Thackeray, Dickens, George, Arnold Bennett, Meredith, Stevenson, Hardy, etc;
representaban las variantes inglesas y a las que añaden las americanas:
Melville, Hawthorne y, con entonaciones ya naturalistas, Thoreau, Whitman, Mark
Twain y otros. Gotthelf, Keller y fontane se encuentran entre las mayores
expresiones del realismo alemán; es preciso no olvidar las formas de realismo
poético que se encuentran en la lírica de Morike y de otros poetas. Donde el
realismo narrativo alcanzo su cumbre expresiva fue en Rusia, en la obra de
Tolstoi. El realismo experimenta una acentuación de sus relaciones con las
ciencias de la naturaleza, desde la metodológica impasibilidad de Flaubert,
hasta el experimentalismo de ola, transformación de la novela en un experimento
que responde a una casualidad de inspiración científica (por ejemplo: la teoría
de la herencia, para explicar los comportamientos sociales).
El
realismo literario apareció en España con las novelas de Fernán caballero y
como fruto de dos tendencias: el costumbrismo folclórico de ambiente local y
tradición romántica, y la influencia de Balzac y demás realistas Europeos. En
constante depuración, Pedro Antonio de Alarcón creó con sus novelas cortas un
realismo hispano que se acentuaría en las idealizantes obras de Juan Valera,
con quien el realismo llego a su mayor pureza, y alcanzaría una plenitud con
Benito Perez Galdós, en quien se sintetizan las corrientes realistas con las
naturalistas y, ya al final, con las simbolicas. El realismo se mantuvo en Jose
Maria Pereda y continuo en el siglo XX con Armando Palacio Valdéz, Concha Espina,
los escritores del 98 y Ramón Pérez de Ayala, para sufrir un colapso con la
invasión de los “ismos” de vanguardia.
A
pesar de las crisis de formas realistas, ya anunciada por el propio Balzac, y
de las dificultades surgidas con la difusión de los modos de vanguardia, en el
paso del siglo XIX al XX el realismo encontró numerosas interpretaciones
originales. Entre ellas el realismo critico, abierto sobre el brillante
autoconocimiento de la crisis burguesa, que encuentra en Thomas Mann el exponente mas destacado. Después de
una afirmación total de las vanguardias – expresionismo, dadaísmo, surrealismo
--, se da en la novela francesa entre 1930 y 1940, un retorno a formas
realistas con escritores que ponen la condición humana en el centro de sus
intereses (Malraux, Sartre, Camus). En Rusia después de 1917 se afirmo el
realismo socialista, teorizado por Gorki como arte abierto al elemento activo
(socialista) de los cambios reales posrevolucionarios. A pesar de algunas
expresiones convincentes (Sholojov, Fadejev, Alexei, Tolstoi), la carencia de
libre dialéctica y las frecuentes intervenciones políticas (Stalin, Zdanov),
impidieron durante mucho tiempo el desarrollo de una interpretación autentica
de la realidad soviética. Esta ultima ha encontrado recientemente sus reflejos
en formas mas o menos criticas del realismo.
En
la línea del realismo se ha desarrollado también la teorización de la
literatura y, especialmente, de la novela – considerada, según la teoria de
Hegel, como epopeya de la Burguesía --, conducida por el critico marxista
húngaro Lukacs. Al mismo tiempo que rechaza la exasperación del naturalismo,
tiende a encontrar en las premisas de Balzac y en las lecciones de Tolstoi de los novelistas rusos los
presupuestos para un realismo social que corresponda al actual sentido de la
historia, en una apertura critico-épica.
En
Italia desde 1945, se formo en la literatura y en el cine un movimiento
espontaneo de neorrealismo bajo la influencia de la novela americana del siglo
(Faulkner, Hemingway, etc.) descubierta por vittorini y pavese. La obra de
estos dos escritores y las sugerencias que derivan de los hechos históricos de
la guerra han contribuido a formar una elaboración literaria original.
En
España, después de la guerra y como consecuencia de la misma, apareció un
neorrealismo crudo y apasionado, unas veces al margen de la técnica, otras en
relación con ella. La novela nada de
Carmen Laforet marca el punto de partida del realismo contemporáneo, que ha
encontrado amplia acogida en los premios Nadal y planeta, cuya inmensa mayoría
pertenece a esta corriente.
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